“20 desengaños menos”

Quisiera yo tener

20 desengaños menos,

no volver a temer,

no sentirme ajeno,

a no intimidarme,

no fruncir mi rostro,

ni mi pensamiento

cada día llevar

de un extremo al otro.

Cuanto más lo pienso

aún mas yo siento,

aromas de incienso

donde me acreciento.

Equilibrar sirve

para nuestro sentir,

Ya nada me inhibe

aprendí a sonreír.

Calmadas mis ansias

veo compartimos

pasos en distancias,

Luchamos, sentimos

y yo me pregunto,

¿A qué vinimos a este mundo?

Ese pensamiento profundo

vuelve mi sentir tan rotundo.

Diferenciarnos de los demás

¿acaso tiene algo de especial?

¿Por qué unos menos, otros más?

¡Una diferencia existencial!,

Pero lo que nos hace únicos

nuestra propia personalidad,

De qué sirve ser impúdico

si vale la originalidad.

Yo sé diferenciarme de otros

cuando veo en mi los defectos,

Una incoherencia en nosotros

nos lleva a creernos perfectos,

¿Acaso puede que exista quién

reconoce propios errores?

o quizás solo de parabién

se excusan tras de sus temores.

Existen si quienes los tienen

no reconocen como propios,

Y los murmullos van y vienen

detrás los orgullos impropios,

Solo encuentro en mí ese talento

llevando mi mente desatar,

cuando estoy parado en mi centro

haciendo me pueda destacar.

Se marcan mis virtudes

con lágrimas del alma,

tras las vicisitudes

me quitan toda calma,

gotas que puede secar

tan solo aquel propio ser

que logró allí hacer brotar

aunque no he de merecer.

He llegado hasta pensar

¿de qué sirve amar tanto?,

¿No se puede acaso amar

sin derramar un llanto?,

Ese amor tan ansiado

que perturba la razón

nos penetra extasiado

y nos hunde en desazón.

No podía encontrar el modo

de secar el llanto al corazón,

Nada en la vida es cómodo

cuando se obnubila la razón,

Definir el sentido a vivir

hasta que de pronto en mí existir

acabo por fin a descubrir

que puedo volver a ser feliz.

- Jolucen –

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